La propuesta consistió en entregar a los colegios de Córdoba, pañuelos blancos para ser intervenidos (con fibras, pinturas o cualquier elemento de plástica) por los alumnos de cada sala o grado. Y cada pañuelo terminado, se convirtió en un diseño único e irrepetible, siendo ese el mensaje que queríamos transmitir con la actividad: “Todos somos en base iguales (el pañuelo blanco) pero cada persona es diferente a otra”.
Dicho proyecto consistía de dos etapas, en un principio hacer partícipe a colegios, instituciones y centros de toda la provincia de Córdoba con la visibilidad del síndrome aportando para que en un futuro dejemos de hablar de inclusión y pasemos a hablar de convivencia. La otra etapa era el evento con el cual cerraríamos y festejaríamos el Día Internacional del SD. En ambas etapas nos vimos sorprendidos por la convocatoria y las repercusiones a nivel nacional que tuvo “Pintemos por el 21M”. Para la actividad a realizar en las escuelas nos contactaron de diferentes localidades de todo el país y viernes 25 de marzo en el Parque del Chateau de la Ciudad de Córdoba más de 1500 personas nos acompañaron pintando por el 21M.